La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

martes, 8 de julio de 2014

Marea

Migajas. Migajas de ti es lo que me queda y no sé si quiero que se vayan o seguir esparciéndolas por el cuerpo. A veces juego a que sigues, y a veces sin quererlo sueño contigo. Como si estuvieses sin estarlo brindamos con el vino que se nos quedo a medias, con la copa rota que deje en aquel piso vacío.
El cerebro y el tiempo son fieras indomables que pisan y azotan cada recuerdo, y quiero borrarte y no quiero, y huelo el corcho que deja el deshielo del corazón tras escarcharse, esnifo la sombra de lo que fuimos y me vuelvo algo más vieja.
Luego viene una mariposa que me hace volar bien lejos, me acerca al mar y me dice que escuche las olas que con salitre y cormoranes todo suena más bello. Y contemplo la furia del oleaje, el devenir de la marea y no sé si escucho una gaita o un palmoteo.
Me inundo en el paisaje y me vuelvo fuego que todo lo quema, en mar que pule la roca, en arena que deja que la baile el viento.
Bailo, bailo y me dejo llevar, y con el humo me vuelvo risueña, me río de todo, y de lo nuestro. Y cuento las horas que fuimos menos que dos y más que uno, las horas que no borran las olas, ni el vino, ni las palmadas que dé sobre un recuerdo.
Despliego las alas y vuelvo a volar, me marcho del nido dejando migajas, migajas por si vuelvo.


(((maca)))

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