La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

miércoles, 16 de abril de 2014

Lo que dejé por ti

 Nunca me conveció el flequillo que me dejé crecer hace ya tanto, ni me gusta el zumo de manzana. Siento darte la noticia de que cada vez que te dabas la vuelta yo lo escupía en el lavabo o donde fuese, y sino tragaba simulando que como a ti, ese es mi zumo favorito. En realidad no soy muy de zumos, apenas bebo más que cafés y vasos de agua. Pero por ti me dejé flequillo, me teñí de negro el pelo, bebí zumo de manzana y nunca salía de casa sin una buena base de maquillaje. Luego llegaba a casa y me ponía un moño bien alto y con un par de orquillas recojía ese mechon de pelo que desfilaba tan molesto sobre mi frente, me desmaquillaba con brio y me echaba capas y capas de crema hidratante; a ver si así compensaba la sequedad del maquillaje.
Por tí deje de escuchar bulerías y me pasé al otro bando, al tuyo, como quien cambia de ideario en la guerra por no acabar muerto. Yo me he dado cuenta de que me dejé morir en el instante en que decidí seguirte a ti sin darme valor, ni a mis pasos, ni a mis canciones, ni a mis cafés ni vasos de agua.
Hice tanto por ti que nunca supe describir quién era yo realmente, y no tenía más aficiones que las tuyas, ni más intereses que seguir a tu lado.
Que curioso es que nunca me quisiste tanto como a ella, y eso que yo me esforcé por ti hasta el límite... La diferencia tal vez sea que ella se esforzaba para sí, sin ser egoísta pero consciente de que el tiempo y los besos de uno solo uno mismo a de decidir a quién los manda. Ella era auténtica, esa es la diferencia.

(((maca)))

No hay comentarios:

Publicar un comentario