La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

martes, 17 de diciembre de 2013

Nueva Navidad

Ayer mi amiga Lara me dijo "cada año es mejor la Navidad", respondí "sí, ¿verdad?" mientras pensaba que quizá mentía un poco afirmando eso, y a la vez quise añadir, sin llegar a hacerlo "cada año es mejor hasta que llega un año que una silla se vacía, y que por mucho que lleguen nuevas, esa silla siempre te falta." Pero me callé, porque no quiero ser una aguafiestas, y porque aunque desde hace tres Navidades falte la silla de la cabecera para mi la Navidad ha vuelto a ser una época maravillosa.
La verdad es que es duro, enfrentarse entre el frio y los villancicos de los más pequeños a los recuerdos de todo el año, y a los de tantos años; y de una manera inevitable se nos aparecen en la mente esas personas que se han ido, y esos niños que fuimos y se perdieron en alguna mudanza de carácter. No sé cómo, pero cada año acabo llorando, mientras me río muchas veces, por pensar que hago el ridículo dejando escapar mis lágrimas delante de mi familia. Pero es que no hay nada mejor que esos días, con la abuela esforzándose por cantar algún villancico sin que se le trabe la voz recordando al abuelo y a la tía, y a Juan Carlos. Y los demás somos felices, pero tanto que la garganta también tiembla a veces y al final solo la guitarra de la tía es capaz de calmarnos a todos.
Después de la Navidad de 2010 nada ha vuelto a ser lo mismo, y en el momento en el que la abuela entrega por orden de nacimiento el paquetito con su sobre correspondiente a cada nieto a todos se nos queda un beso en el aire, porque el que íbamos a darle al abuelo se nos pierdo entre canciones.
No puedo quejarme, ni yo misma me lo permitiría, porque a mi juzgar tengo la familia más maravillosa del mundo, y desde hace 5 años puedo presumir de tener 6 sobrinos preciosos y sanos, que a cada día que pasa más me sorprenden y más les quiero; porque en esto del querer da igual que la gente se vaya, yo al abuelo le quiero más si cabe, y a mis sobrinos les adoro y veo a cada uno como único e indispensable.
Esta Navidad va a ser muy diferente, pero no pasa nada, si la vida no fuese complicada sería un aburrimiento; y a los Martorell las cosas aburridas siempre nos cansan.

(((maca)))

No hay comentarios:

Publicar un comentario