La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

lunes, 15 de agosto de 2011

Diario de... (capítulo 1º) una loca más

Cogerme de la mano no significa nada, simplemente me sujetas para que no me caiga, no porque necesites mantenerme bien cerca sino porque no quieres que te vean hundido a tí también. Me llevas y contamos las estrellas, me dices lo que quiero escuchar tan atentamente mientras piensas que vendrá luego; yo no estoy en tu cabeza y tú menos en la mía. Me sonríes, te sonrío. Me he cansado de tí.
Me sueltas la mano porque ves que he caído del sueño y dejas que me caiga y te dejas caer. Me abrazas y creo por un momento que estar así es bueno, que estar contigo es lo que quiero; te abrazo pero tu espalda no es la de antes, busco tus ojos con los míos y al cruzarse las miradas me la esquivas y comprendo que no eres tú el que debe sujetarme. No debe ser esta tu nariz, ni esta debe ser la mano que me apriete o que me suelte suave allí dónde esté.
Miro el cielo y no quedan más miedos que el no encontrarle, que haberle perdido para siempre cuando todavía quizá no me lo he cruzado. ¿Y si no existe? ¿Y si mi incompatibilidad con el sexo masculino es tan grande que nunca aceptaré a nadie lo suficientemente bueno?
Ya no hay miedos, solo dudas que se engarzan con tu mano. Me besas, no me quieres ni te quiero pero ahogamos un poco de vida amarga entre saliva y noche. Nunca sabrás si me reí de tí o contigo, hubiese sido mejor no haberme mirado en la noche.


(((maca)))

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