La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

domingo, 28 de agosto de 2011

Cama

La tarde pasa y nada más, ya va acabando el día y nada nuevo ha llegado, no hay nada que nos impulse a hacer un cambio en nuestras vidas pero en cambio hay algo, no sabemos qué, que sabemos que esta mal o no es tal vez el mejor de los aciertos.
Es domingo pero brilla el sol y se cuela por los hilos de la cortina de flores, hoy no ha pasado nada especial pero no tiene que pasar algo así cada día para saber que todos son diferentes. Se está bien sin hacer nada, estoy bien sin hablar de nada en concreto y riéndome de todo, ¿por qué no?
Ayer, como me costaba dormirme y todavía mi madre podía contestar con sies y noes a mis preguntas y frases recordé con ella cuando yo, de más pequeña, me colaba cada noche en su cama.
"Mamá no me duermo" era la frase estrella de la noche. Yo abría la puerta de mi cuarto a oscuras y con cuidado para no despertar a mis hermanas salía de la habitación y dejaba la puerta entornada, las yemas de los dedos iban recorriendo el pasillo y cuando llegaban al pomo de la puerta de mis hermanos sabía que estaba haciendo bien el camino. Luego giraba y llegaba hasta la entrada, abría la puerta ruidosa del vestíbulo y cuando aun no entraba en su cuarto oía a mi madre decir -"¿Maca?". Era entonces cuando yo pasaba, a tientas, y rodeaba la cama y decía eso de "mamá no me duermo". Ella en sueños se arrimaba a mi padre y yo me subía, a salvo por fin de los monstruos, a la cama.
Siempre he creído , y todavía lo hago, que la cama de papá y mamá tiene algo de magia. A mi de pequeña nadie podía hacerme daño en esa cama, en cuanto mi madre me ayudaba a subirme se me iban los miedos y podía dormir tranquila. Cuando estoy enferma suele acostarme allí, creo que allí las cosas malas se terminan: no sé si es casualidad, si será la cantidad de buenas historias que encierra o solo mi imaginación. Sea lo que sea es perfecta.



(((maca)))

viernes, 26 de agosto de 2011

A soñar

Hoy he madrugado y me he ido a la playa, desde mi casa no se tarda más que unos minutos, entre 2 y 5; depende el ritmo con el que te tomes la vida. Si no conoces el camino no es fácil encontrarme y eso me gusta, siempre digo que estoy cerca de lo que merece la pena. Cuando alguien va a comprarse una casa mira bien que zona quiere, que haya vida cerca y supermercados, pero creo que eso debe buscarse en una sola época de la vida. A mi alrededor hay tanto verde que a veces no sé distinguir entre el verde de esta montaña, el marrón del camino o el azul del mar y el cielo. Creo que no recuerdo bien cual era el color gris del asfalto, aquí lo único que nos queda de esas tonalidades son algunas de las tormentas, y se ven tan bonitas desde esta cristalera...
No creo que vaya a cansarme nunca de esto, no creo que sea posible que ningún sentido vaya a rechazar algún día tanta cosa buena: aquí todo huele diferente, húmedo; y se respira tan tranquilo... Cuando mis amigos vienen de visita siempre dicen que envidian mi vida aquí pero luego vuelven a sus casas y dicen "así soy feliz", yo solo puedo serlo si sé que siempre podré volver a esta esquinita del mundo a la que ya formo parte.


(((maca)))





martes, 23 de agosto de 2011

...

Había olvidado que cualquier momento puede convertirse en un instante, que la vida es así de simpática, que te da lo que te quita y que te arranca lo que te hace falta.
Había olvidado que existen este tipo de sorpresas, las que te cuenta un amigo y te hacen quedarte helada. ¿Y a quién afecta? ¿Y cómo acaban?
Más de una vez hemos dicho que de todo se aprende, que todo tiene sentido, que no existen las casualidades y que si tú y yo nos conocemos y nos parecemos más de lo que hubiesemos creído es porque en algun lugar todo esto está escrito.
A veces hay que llorar, desesperarse un poco y no entender nada. A veces hay que coger el teléfono y decir o gritar todo lo que haga falta. A veces, cuando la sorpresa golpea en duda, no nos sale nada más que preguntarnos porqué. Porqué.
No conocemos el final de la historia porque todavía no se ha inventado el volar en el tiempo pero... sí sabemos que todo pasa y al final siempre nos reímos. Venga, no te vengas abajo que tú y yo sabemos que eres tan realista como positiva, no te desanimes, no te dejo, pero si quieres un hombro... yo tengo dos.
No sabemos qué va a pasar, existen tantas posibilidades como maneras de afrontarlo así que si quieres te ayudo, aunque sea deja que sirva como saco de boxeo para desfogar tu ira, o como pañuelo aunque... se me da mejor hacer de amiga.
Al final las cosas siempre acaban siendo como tienen que ser, ya sabes... la vida tiene baches para recordarnos lo importante que es.
Hay momentos en los que es mejor quedarse callada.


(((maca)))

lunes, 15 de agosto de 2011

Diario de (capítulo 2º) ... una fotografía olfativa

El mejor de los sentidos es el olfato, sin duda. Esto lo digo yo, no hay ningún estudio que lo demuestre pero después de pensarlo detenidamente mientras ordenaba mi armario, y han llegado a mi toda clase de olores, he llegado a la conclusión de que el olfato es el más importante de los sentidos.
¿Puedes recordar el tacto de la piel de tu madre? ¿El color del sol a través del visillo de tu casa en el campo? ¿El sabor del helado de queso con arándanos de aquella heladería? ¿Eres capaz de recordar bien el timbre y el tono de la voz de tu abuelo? Quiero decir, ¿puedes conseguir hacer todo esto? Después de ponerme una serie de olores en la mente, de sensaciones en la mano, en la boca, de sonidos y ruidos y de olores y aromas llegué a la conclusión de lo fantástico que es el sentido del olfato.
Soy capaz de recordar olores, texturas, imágenes y colores, melodías y sabores pero no hay nada que me envuelva más que un olor. Si cierro los ojos y pruebo un helado puedo disfrutarlo más, si acaricio a mi perro y pongo esfuerzo en intentarlo puedo recordar algunos días especiales cuando todavía era un cachorro... y así con los cinco sentidos. ¿Pero que pasa? El gusto, el tacto, el oído y la vista son increíbles, no les quito valor alguno pero... ¿sabes qué hace inmejorable al olfato? Que no necesitas cerrar los ojos ni centrarte en querer recordar algo en concreto, todo lo que envuelve un olor es siempre mucho más intenso. Lo sé porque he estado tres horas frente a mi armario y he absorvido mi colonia, el olor del armario, el de mi piso, el de la colonia de otras personas... Y el de el abuelo. No he necesitado atarme a su chaqueta ni ponermela, la he visto y me ha venido su imagen a la cabeza pero en cuanto a llegado su olor a mi cerebro... me he invadido en sensaciones. Ha sido ese momento cuando me he dado cuenta de lo maravilloso que sería poder enfrascar ciertos olores. El olor d ela piel de alguien, el de colonias que dejan de fabricarse, el olor de la piel quemada, el de una tostada con aceite puro mojada en café con leche...


(((maca)))

Diario de... (capítulo 1º) una loca más

Cogerme de la mano no significa nada, simplemente me sujetas para que no me caiga, no porque necesites mantenerme bien cerca sino porque no quieres que te vean hundido a tí también. Me llevas y contamos las estrellas, me dices lo que quiero escuchar tan atentamente mientras piensas que vendrá luego; yo no estoy en tu cabeza y tú menos en la mía. Me sonríes, te sonrío. Me he cansado de tí.
Me sueltas la mano porque ves que he caído del sueño y dejas que me caiga y te dejas caer. Me abrazas y creo por un momento que estar así es bueno, que estar contigo es lo que quiero; te abrazo pero tu espalda no es la de antes, busco tus ojos con los míos y al cruzarse las miradas me la esquivas y comprendo que no eres tú el que debe sujetarme. No debe ser esta tu nariz, ni esta debe ser la mano que me apriete o que me suelte suave allí dónde esté.
Miro el cielo y no quedan más miedos que el no encontrarle, que haberle perdido para siempre cuando todavía quizá no me lo he cruzado. ¿Y si no existe? ¿Y si mi incompatibilidad con el sexo masculino es tan grande que nunca aceptaré a nadie lo suficientemente bueno?
Ya no hay miedos, solo dudas que se engarzan con tu mano. Me besas, no me quieres ni te quiero pero ahogamos un poco de vida amarga entre saliva y noche. Nunca sabrás si me reí de tí o contigo, hubiese sido mejor no haberme mirado en la noche.


(((maca)))

sábado, 13 de agosto de 2011

Tus monólogos de chistes y lecciones

Dejar para el final la frase más importante, en la que resumo todo, sería no aprovechar la esencia de cada palabra para hablarte. Contarte como me va así por encima y dejar para el último brochazo que no te olvido, que te quiero igual o más todavía sería una pérdida de tiempo, de oraciones, de uniones de verbo y sustantivo. No creo que para explicarte nada haya que utilizar palabras y palabras, prefiero emplearlas para hablarte claro desde un principio, para recordarte que desde el segundo uno sigues un poco conmigo. Sabes que no te olvido, que no puedo tenerte más porque te has ido y sé que no lo has hecho porque así lo hayas querido.
Te echo de menos, no de la manera que puedo echar de menos a mi madre si no la veo en meses, o una amiga. Hace tiempo dije y te leí, ¿recuerdas?, que siempre se puede echar de menos si se hace con alegría, que echar de menos no tiene porque estar ligado a la tristeza o a una lágrima, que todos podemos echar de menos ciertos momentos o personas que han marcado fuerte en nuestra vida. Ahora mismo no sale una carcajada de mi boca pero no lloro aunque podría, sonrío a medias y aunque parezca idiota te creo un poco presente por el viento que entra por la ventana. Si ahora me ilumina un rayo de sol creo que eres tú que quiere darme un consejo y no sabe como. Hoy te echo especialmente de menos.
Recordandote me parece que estás más cerca, que si pienso en nuestras conversaciones o en tus monologos de chistes y lecciones te vas a quedar más tiempo conmigo. Ya está, ya hemos hablado: me ha temblado la voz, hemos llorado. Gracias por venir conmigo, por ponerme los pelos de punta y mover el aire, gracias por leerme prosa por hacer que me ría de misma y por conservar tu olor en la chaqueta.



(((maca)))

jueves, 11 de agosto de 2011

A veces...

A veces viene bien que nos recuerden las cosas, las más evidentes, las que todos sabemos pero olvidamos. Uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde, ¿quién no conoce esa frase? pero cuanto cuesta entenderla... hasta que pasa claro, hasta que algo se acaba y duele, hasta que alguien se va y lo echas de menos, hasta que alguien no vuelve y no te cansas de creer que sigue a tu lado.
A veces viene bien que nos recuerden que nos quieren, aunque ya lo sepamos, aunque lo demuestren cada día con algún gesto o su sola presencia, a veces viene bien escuchar un "te quiero" en la boca de alguien al que también quieres. Vienen bien los abrazos que nos hacen más grandes y fuertes, vienen bien las sonrisas, las carcajadas, los apretones de manos.
A veces viene bien pararse en la acera, en una calle cualquiera donde brille el sol y dejarnos calentar por un ocaso, a veces viene bien hacer locuras, dar la importancia justa a cada cosa y ver la relatividad de la vida.
A veces viene bien cantar más de diez canciones, dejarnos la garganta seca o la boca rota. Viene bien llorar de risa y también el llanto; viene bien bailar, beber, ajustarse a las cuerdas de una guitarra.
A veces viene bien que nos recuerden cosas que olvidamos, que la vida nos demuestre con sus paso squ ela vida solo es una y es finita, que somos uno entre billones y que pesamos poco y a la vez podemos hacer tanto... Viene bien que nos recuerden que somos algo más que unos órganos con cabeza, que por nuestras venas corre sangre, qu eno somos de hielo ni solo de carne y hueso.
A veces viene bien que nos caigamos, que la vida no sea justa para así entender que tampoco nosotros lo somos. Viene bien que nos regañen, que nos rechacen, que nos hagan temblar... todo sirve porque el tiempo nunca para y hay que seguir cruzando los pasillos de las aulas.
A veces viene bien llorar a quien perdemos. A veces viene bien enfadarnos con la vida porque eso hace que pensemos y pensar es bueno, es lo que nos diferencia del resto de animales de dos, tres o cuatro patas.

Siempre viene bien reírse, evadirnos y hacernos partícipes,enfrentarse al miedo.

(((maca)))

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ciertas metas y falta de planes


Luce el sol. No voy a volver a la playa que ya he estado esta mañana y ahora me he propuesto estudiar que aunque septiembre ni se asome por el calendario... es hora de ser prudente.
Abro los apuntes y las páginas arrugadas, llenas de salitre y mar seco me escupen arena de la playa del Nord; sí, me llevaba los apuntes a la playa y aunque no estudiaba demasiado... era un placer poder enterrarlos entre los castillos de la orilla.
La mesa se ha llenado de granitos de arena y de recuerdos, he levantado la vista y me he visto reflejada en la cristalera de enfrente y me ha sorprendido mi sonrisa, y he bajado la mirada por la ventana y he visto a una gaviota pasar. Ya sabes lo que dicen "gaivotas na terra... mariñeiros na merda", se me ha venido eso a la cabeza y me he reído un poco más.
Me vuelvo a sentar y ordeno las hojas. Abro la carpeta y descubro que tengo folios de Lara, de cuando estudiamos en junio para los exámenes finales: tengo hojas en sucio suyas y guardo también algunos tickets... Supongo que no estudie tanto como debí hacerlo, imagino que me sobraba la fe y me hizo falta no solo más suerte, esa vez justicia también.
Escucho "Aviones de papel" mientras me planteo que asignatura empezar a estudiar. Sí, vale, ya lo tengo. Pero me resulta tan raro estudiar en agosto...


(((maca)))
Buen miércoles, disfrutar la noche del jueves aunque trabajeis y ... pronto es viernes.

Desde un rincón


Sábado 30 de Junio, son las 12:58 y estoy tumbada en mi sitio preferido para escribir del interior de la casa: la cama de mamá. Suele estar toda a mi disposición, con la sábana bien estirada y la colcha blanca por encima; hoy es diferente, todo está lleno de maletas.

El último día de playa ha llegado y ha amanecido nublado, poco a poco las nubes han ido dejando espacio a los rayos de sol así que seré breve; quiero aprovechar el día de playa pero antes tengo que licuar todo lo que llevo encima, hacer un zumo y dárselo a Zape. Creo que si digo que odio hacer maletas no es ninguna novedad, hacerlas me pone de mal humor y hasta me da dolor de cabeza, hoy ya amanecí algo tristona así que ha sido peor. Las maletas ya están hechas, solo quedan las cosas de última hora que eso… bueno, ya lo haremos mañana por la mañana, justo antes de irnos. Dejo esto, aunque parezca mentira el mal humor se ha ido evaporando, también poquito a poco, como las nubes; será el simple hecho de acariciar un teclado y dejarme llevar, esto siempre me relaja.

Sigue siendo sábado 30 de Junio, son las 19:56. No me he despedido todavía de la playa, solo le he dicho “hasta luego” porque hoy pienso volver al atardecer, y también de noche; tal vez antes de irnos vuelva… Estamos en casa, hemos pasado el día en la playa y a la vuelta me he bañado con Javi en la piscina y hemos sacado las últimas fotos juntos en Gandía, o tal vez no, todavía quedan horas y noche por delante.

Pensé que esta tarde en la playa estaría triste, pero cuando me senté sola en la orilla simplemente me relajé y solo podían venirme a la cabeza cosas buenas, pero sin venirme abajo ni pensando “no se volverá a repetir” o “mañana nos vamos”, no: nada de eso se ha pasado por mi cabeza. Hice un repaso de todos los días aquí, de los 34, y fueron pasando uno a uno: los primeros días de relax absoluto, los días que íbamos poniéndonos morenos, las mañanas después del desayuno en la piscina… Pensé en los paseos que he dado con mi madre, la cantidad de cosas que he hablado con ella, los helados que hemos compartido y las riñas y carcajadas. El día que me reencontré con Cris y como le decía que no me apetecía salir por la noche, que sé que mi plan de tooodo el día playa era un poco de vieja pero que me apetecía relax… el día que le dije que vale, que mejor salíamos y desde ese día no paramos. ¿Con Cris? La noche de Falkata, el chico del sombrero, los paseos que se eternizaban, Coco Loco… Escuchar “Vaina Loca” y no sabérmela mientras ella la cantaba de carrerilla y acabar, a los pocos días, cantando con ella todas las canciones que ponían… Los chicos de Paco Paco, los abanicos, la falta de nieve… cosas nuestras. La gente que habla y la que no, no llevar el DNI y pasar igualmente a todos los sitios, darnos cuenta de que somos tan parecidas…

Luego pensé en los días en los que Cris se fue, aquí ya estaba toda mi familia que fueron llegando a cuenta gotas… ¡me parece irreal que algunos ya se hayan ido y los últimos nos vayamos mañana! He estado con todos mis hermanos, con los maridos de mis hermanas, con mi madre, con mi sobrino. Hemos estado juntos y aunque no hayamos podido coincidir los siete hermanos, yo he tenido la suerte de haber podido estar con todos. Y he tenido muchísimos momentos de soledad, la que a mí me gusta, para leer, escribir, pensar un poco… Sigo feliz. El aire huele a tierra seca, a crema de sol, a coco y sandía. Huelo el mar y el cloro de la piscina, el olor de la dama de noche y el del parque de pino seco que cruzaba siempre con tres añitos. En Gandía hemos vivido tantas cosas… mi hermana María conoció en Coco Loco a su marido, hace diez años. Y a ellos los nombro porque son los que han tenido el final feliz… pero no son los únicos que se han enamorado aquí claro. Seguro que en Gandía yo o alguno de mis hermanos empezamos a andar, a caminar… quien sabe, ¡yo ya puedo decir que aquí he aprendido a tocar la guitarra! No me despido, prefiero decir hasta luego aunque ese luego tal vez sea dentro de once meses, o menos, quién sabe…

(((maca)))