La vida es un continuo trabajo: te despiertas y cada nuevo día te trae lo mismo de siempre, igual pero distinto... esa diferencia que te aporta es lo que hace que tu vida sea maravillosamente diferente.

domingo, 6 de marzo de 2011

Mi anterior manta


Suena Alejandro Sanz, ¿te gusta? Me encanta, sobretodo sus primeras canciones pero el último disco… no sé, tiene algo. La primera canción que escuché de su “Paraiso Express” fue la que canta con Alicia Keys, que me pareció penosa por cierto. La segunda fue “Desde Cuando” con la que mi hermana no dejaba de rayar y yo… por llevar un poco la contraria siempre ponía más alto otra del mismo disco, la de “Mala”.
Poco a poco me fueron gustando las canciones, por eso de que… si no entra a la primera prueba con un tubo, y ahora no puedo evitar ponerme a cantar o moverme si suena “Looking for Paradise”, o acordarme de mí hace más de un año si escucho cualquiera de las canciones de ese disco.
Escucho cada una de ellas, más bien las oigo de fondo desde mi vieja cama y por momentos creo seguir estando a finales del 2009. Me da la sensación de que vuelvo a vivir en esta casa, ahora siento que no han pasado los meses y vuelvo a estar en primero.
Recuerdo y siento a la vez la noche que no dormí por culpa de las lágrimas, por querer estar en otro sitio que no era esta cama, por querer estar en Coruña y no irme nunca de allí. Hay gente que se va de casa porque quiere olvidarse por un tiempo de lo que es vivir en familia, quieren saber lo que significa ser libre y todo eso… libres lo somos siempre pero bueno. Yo no era de esas, quiero decir: no era de las que deseaba que llegase el momento de poder irme de casa, si me fui de allí fue porque no me gusta pensarme demasiado algunas cosas y porque vi aquí una oportunidad de empezar de cero, recuerdo que eso siempre lo decía, lo que no acabo de entender es que herida pretendía cubrir como para querer volver a empezar de nuevo. Nunca hay heridas demasiado grandes ni experiencias suficientes como para cubrirlas.
Hace poco más de un año empezaba mi vida en Madrid, creía que era valiente por irme pero no me di cuenta de que la valentía no es dejar atrás las heridas; ser valiente es enfrentarse a las pesadillas y hacerles saber que no son más que eso, ilusiones de un sueño que se desvanecerá en cuanto abras los ojos. Ser valiente es afrontarse a la vida; yo no soy del todo valiente pero el año pasado no lo era ni un poco y me he dado cuenta ahora, desde la cama en la que soñé con otra vida sin darme cuenta de que esta que tengo es buena y es la que quiero.
Ahora, algo más mayor como todos, sin el abuelo tan cerca, con la vida en otro piso, con un listado más largo de amoríos en la cabeza y con mil lecciones de vida aprendidas, cambio mi manera de ver cada cosa; escribo desde aquí, esta casa que me acogió ilusionada y yo desprecié por no saber mirarla.
No quiero mirar hacia atrás y comprobar que del tiempo que podía haber exprimido no saqué todo el jugo, ahora vivo la vida como quiero y como creo que debe vivirse: la vida es un manicomio y aquí todos estamos locos.


(((maca)))

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